3 pasos para identificar un producto eco- friendly
Revisa los materiales.
Un producto verdaderamente eco-friendly se nota desde el origen. Es importante revisar si el producto o empaque están hechos de materiales reciclados o si pueden reciclarse de manera fácil. Es clave que evites plásticos de un solo uso, ya que rara vez se reciclan correctamente y tardan cientos de años en degradarse. Mejor evitarlos siempre que podamos.
Según indica Manutan España, (2024) se debe tomar en cuenta el ciclo de vida del producto, ya que cada etapa tiene un impacto ambiental, desde la extracción de recursos naturales hasta la disposición final del producto. Si un producto es ecoamigable, este ciclo de vida debe estar diseñado para minimizar su impacto ambiental en cada una de estas etapas para que a la vez se reduzca su huella de carbono.
2. Lee las etiquetas y certificaciones.
En un mercado donde los términos como “eco”, “verde” o “natural” son utilizados con frecuencia (y muchas veces sin justificación técnica), contar con sellos oficiales y reconocidos permite al consumidor tomar decisiones informadas y responsables. Las certificaciones ambientales y sociales son herramientas que validan el cumplimiento de ciertos estándares en la producción, distribución y comercialización del producto. Estas garantizan que el producto ha sido elaborado bajo criterios éticos y sostenibles, tanto desde el punto de vista ambiental como social.
A continuación te presentamos las certificaciones eco-friendly y sostenibles en maquillaje mayormente conocidas a nivel mundial.
El sello Beauty Without Bunnies de PETA, con origen en Estados Unidos, certifica que los productos no han sido testados en animales en ninguna etapa de su desarrollo. Además, las marcas pueden optar por una etiqueta adicional “vegan”, que indica que el producto tampoco contiene ingredientes de origen animal. Aunque su proceso de certificación es menos riguroso que el de Leaping Bunny, sigue siendo una de las certificaciones Cruelty-Free más reconocidas y utilizadas, especialmente en Estados Unidos y América Latina, donde tiene gran aceptación entre consumidores que buscan opciones más éticas en cosmética.
El sello USDA Organic, originado en Estados Unidos, certifica que un producto contiene al menos un 95% de ingredientes orgánicos, cultivados sin pesticidas sintéticos, fertilizantes químicos ni organismos genéticamente modificados (OGM). Además de garantizar ingredientes naturales, también promueve procesos de producción sustentables y respetuosos con el medio ambiente. Aunque es ampliamente conocido en el ámbito alimentario, este sello también se aplica a productos de cosmética orgánica, siendo una referencia de calidad y pureza tanto en Estados Unidos como a nivel internacional.
El sello NATRUE, originario de Europa, certifica productos naturales y orgánicos, asegurando que estén libres de ingredientes sintéticos y no hayan sido testados en animales. Establece tres niveles de certificación: Natural, para productos que contienen ingredientes naturales; Natural con orgánicos, para aquellos con un porcentaje significativo de ingredientes orgánicos; y 95% orgánico, para los productos que cumplen con los requisitos más estrictos en cuanto a ingredientes orgánicos. Este sello es una garantía de pureza y sostenibilidad, promoviendo una cosmética respetuosa tanto con el medio ambiente como con el bienestar animal.
El sello de Vegan Society, originario del Reino Unido, certifica productos que son completamente veganos, es decir, que no contienen ingredientes de origen animal en ninguna etapa de su producción. El sello es reconocido globalmente y se caracteriza por el famoso símbolo del girasol, que se ha convertido en un ícono para los consumidores que buscan opciones éticas y libres de crueldad animal. Esta certificación es una de las más confiables para identificar productos totalmente veganos en la cosmética, alimentos y otros sectores.
FSC (Forest Stewardship Council)
El sello FSC, originado en Alemania con sede principal en México, certifica que los productos provienen de bosques gestionados de manera responsable, garantizando que se respetan criterios ambientales, sociales y económicos. Esta certificación se utiliza principalmente en packaging, asegurando que el papel y cartón utilizados para el empaque provienen de fuentes sostenibles que no contribuyen a la deforestación. El sello FSC es una garantía para los consumidores de que los productos que adquieren tienen un menor impacto en el medio ambiente y apoyan prácticas de comercio justo en las comunidades forestales.
3. Investiga la marca.
Hoy más que nunca, las marcas están bajo la lupa. No solo se quiere saber qué se compra, sino también quién lo hace, cómo, y con qué valores. En un contexto de crisis climática y desigualdad social, la sostenibilidad no puede ser solo una etiqueta: tiene que ser una práctica integral. Por eso es importante ver más allá del producto e investigar las prácticas, valores y compromisos de la empresa que lo fabrica. Una empresa verdaderamente sostenible es transparente, ética y coherente en su comunicación (Wear and Tear, 2024).
Esperamos que te haya sido útil este artículo 💚. ¿Conocías estas certificaciones de sostenibilidad ¿Qué otras consideras importantes al elegir productos de belleza? Déjanos saber en los comentarios y síguenos en nuestras redes!
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